Weed moments

viernes, octubre 29, 2010

Un papel pintado

Debe ser de los recuerdos de más chico que tengo. Ni siquiera sé qué edad tenía. Cinco, seis, siete años. Más no.

Mi papá me llevó a ver a un amigo suyo a Patronato. El tipo era alto y gordo, y tenía un bigote de uso bastante popular en el barrio. No me acuerdo de su nombre, pero sí de su nacionalidad: libanés. Tampoco me acuerdo de cuando entramos a verlo, de cuando nos fuimos, ni de nada de lo que hablamos que no fuera esto: en un momento sacó un billete grande -como del doble del porte de los billetes que yo conocía-, de color rojo y amarillo, con un árbol en el medio. Aunque nunca había visto un billete así, para mí era claro que era eso, un billete. El libanés me lo puso frente a la cara y me preguntó: "¿Sabes que es esto, Mario?". No sé qué le respondí exactamente, pero seguro dije "dinero" o algo así. El libanés me corrigió: "No, Mario. Esto es un papel pintado". Imposible dejárselo más claro a un niño lo suficientemente despierto de cinco, seis o siete años.


Parte de lo mucho que te agradezco, viejo. Enseñarme a ver las cosas por lo que verdaderamente son.


lunes, octubre 25, 2010

I hope you have the time of your life...

Gracias, papás, por traerme a este mundo en el que en un mismo mes puedo entrar a un cuarto del precio a la segunda fila para ver a los Rage, y gratis a la primera para ver a Green Day.

Gracias mil veces vida por todos los amigos, por todo el amor, las fiestas, los sentimientos, las emociones, la felicidad y el dolor (que también lo agradezco por recordarme que sigo vivo).



Te fuiste muy pronto, viejo.



As my memory rests, but never forgets what I've lost...

domingo, octubre 17, 2010

Los ex

Su cara no lo demuestra, pero acaba de ver a su ex besando a su ex amigo. En realidad alcanzó a darse vuelta justo antes del beso. Con la imagen de las caras acercándose le bastaba. Sus ojos no parecen más húmedos y tiene una leve, casi imperceptible sonrisa en la mirada y en la boca.

Perdido en el infinito, siente como se le eriza la piel al tiempo que lo estremecen los recuerdos.

jueves, octubre 14, 2010

Rock Area

Este es de esos momentos en que el cliché "no sé ni por donde empezar" demuestra por qué se hizo cliché ¿Qué decir primero cuando todo -TODO- es lo mejor? ¿Cuando el batero dejá la cagá en su perfección y sentimiento, el bajista da una clase mundial de intensidad, y los otros dos son Zach De la Rocha y Tom Morello? ¡Y en vivo, a metros de distancia!

Locura los Rage en Chile, representando a la real música, demostrando qué es el rock, cómo se debe sonar en un concierto, cómo 4 weones hacen latir -porque fue más que vibrar- a 30 mil. Superiores a todos los demás, superiores a la época, sólo igualados por el alma del rock mismo que nació nadie sabe donde, pero que cualquiera pueda identificar en las escasas bandas que llegan a este nivel.

Que Zach se destapara con un recitado de la Canción del minero de Víctor fue el detalle sublime. Que más encima yo anduviera con amigos, los mejores pitos del año (cortesía de Feña y su indoor), roncolas y galletas de marihuana sigue sumando a la perfección. Que la entrada me costara 20 lucas en vez de 40, y al final terminara pasándome a donde salían 80... uf. Y que cuando me estaba pasando los Rage estuvieran a full con Know your enemy y los pacos se volvieran locos tratando de contenernos, haciendo una especia de videoclip en vivo de la weá... sin palabras.

Todo el estadio fue una real Rock Area (aunque originalmente ese nombre lo llevaba el lugar más exclusivo, que bien podría haberse llamado "Cuicos sin ni un brillo que no cachan ni 3 temas area"... hasta que como 2 mil locos nos pasamos pa' arreglar la weá).

En resumen: RATM: TOP FUCKIN' ONE CONCERT DE LA VIDA.



domingo, octubre 10, 2010

Soy un pésimo mago

Soy un pésimo mago. Me fallan por lo menos la mitad de los hechizos o conjuros o lo que sean. Los que mejor me funcionan son los de ver el futuro. Y no son los que más me gustan, pero igual es escalofriante verlos hacerse realidad.

También he compuesto buenos hechizos de amor. Hermosos, exitosos, muchos. Pasajeros, todos. Creo.

He compuesto -con preparación y por generación espontánea- conjuros de recuerdos, momentos que se quedan en la memoria.

Pero, en general, la magia no me acompaña. O sea, sí, me acompaña mucho más que a muchos. Pero yo soy un mago, se supone que alcance algo más.

Soy un pésimo mago.