Weed moments

domingo, agosto 29, 2010

Ataraxia social

Hace un rato estoy pegado con la serie Lie to me. El tema de la verdad y la mentira a un nivel tan esencial me llama demasiado.

En algún momento, creo que entre los 14 y los 16 años, decidí que siempre diría la verdad, que era una obligación hacerlo por respeto a los demás y a mí mismo. Desde entonces he cumplido con mi propósito cayendo bien y mal, agradando y disgustando y, por sobre todo, sorprendiendo.

No importa cuantas explicaciones quiera buscarse cada uno, hay sólo una razón para mentir: el miedo. Miedo a ser descalificado, a no encajar, a parecer vulnerable, soberbio, o incluso falso, por paradójico que eso sea. Y la verdad es que ese miedo se basa en un potencial rechazo que es real. Pero la felicidad empieza por uno.

Cuántas veces terminé de decir alguna cosa, y algo en mi mente me dijo "no podís ser tan tonto". Cuántas veces opté por decir la verdad sabiendo que la mentira serviría mejor para mis objetivos a corto plazo. Cuánto habré pérdido, cuánto habré ganado. En realidad, eso no importa. Sea cual sea la respuesta, no cambia mi convicción: sólo seré feliz si siento, hago y digo lo mismo.



Dream, send me a sign
Turn back the clock, give me some time
I need to break out and make a new name
Let's open our eyes to the brand new day...