Weed moments

viernes, octubre 29, 2010

Un papel pintado

Debe ser de los recuerdos de más chico que tengo. Ni siquiera sé qué edad tenía. Cinco, seis, siete años. Más no.

Mi papá me llevó a ver a un amigo suyo a Patronato. El tipo era alto y gordo, y tenía un bigote de uso bastante popular en el barrio. No me acuerdo de su nombre, pero sí de su nacionalidad: libanés. Tampoco me acuerdo de cuando entramos a verlo, de cuando nos fuimos, ni de nada de lo que hablamos que no fuera esto: en un momento sacó un billete grande -como del doble del porte de los billetes que yo conocía-, de color rojo y amarillo, con un árbol en el medio. Aunque nunca había visto un billete así, para mí era claro que era eso, un billete. El libanés me lo puso frente a la cara y me preguntó: "¿Sabes que es esto, Mario?". No sé qué le respondí exactamente, pero seguro dije "dinero" o algo así. El libanés me corrigió: "No, Mario. Esto es un papel pintado". Imposible dejárselo más claro a un niño lo suficientemente despierto de cinco, seis o siete años.


Parte de lo mucho que te agradezco, viejo. Enseñarme a ver las cosas por lo que verdaderamente son.


1 Comments:

At 11:58 p. m., Anonymous Anónimo said...

Hay cosas tan simples compañero que nos encargamos de transformar en complejas. Mi abuelo nos hacía notar antes de su muerte hace un par de semanas lo siguiente. Qué es navidad, un santo, o año nuevo. Tanta preparación para qué.. son simples 24 horas más para disfrutar la vida...
un abrazo

El Ogro..

 

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