Weed moments

domingo, febrero 28, 2010

Cuando habla la tierra

La semana pasada fuimos a Punta de Choros con el Jorge y la Pole. La última noche la Pole se sintió mal y se quedó en el camping, mientras nosotros fuimos a la playa a fumarnos un pitito arropaditos con una manta y un saco de dormir. No había nadie más en la playa, la luna alumbraba casi como un sol sobre la arena blanca, permitiéndonos distinguir las olas, las algas, las rocas, el paisaje a lo lejos y un cielo despejado y profundo. Estuvimos como una hora y no conversamos mucho. Teníamos mucho que decirnos a nosotros mismos y mucho que escuchar de la tierra, así que simplemente nos hicimos compañía.

Ayer a las tres y media de la mañana, en medio de un carrete en mi departamento, la tierra nos habló a todos. Desde el sur hasta un poco más al norte de Santiago, la tierra nos habló a todos. No quería conversar, fue un monólogo. Durante un par de minutos habló con su voz rugiente, pero no gritó, aunque en nuestra pequeñez de seres humanos así nos pareciera.

¿Y qué fue lo que dijo en el fondo de esas quebrazones de vidrios, explosiones, gritos, alarmas, apagones, caídas de puentes y muros? Seguro que cada uno entendió algo distinto, pero el mensaje principal fue uno...

"Escúchenme", dijo la tierra. "Mientras todavía pueden, escúchenme".


viernes, febrero 19, 2010

Ser y deber ser (un grito que cruce la distancia)

Yo vivo en el ser y tú en el deber ser. Lo que es y lo que queremos que sea. Y aunque son parecidos, aunque incluso están unidos, no son lo mismo. Y en cierta forma yo también conozco y vivo en el deber ser, como tú en cierta forma conoces y vives en el ser. Somos dos extremos de un mismo espectro.

¿Podríamos recorrer el espacio y unirnos en algún punto? ¿O estamos condenados a querernos a lo lejos?

No sé cuantos pasos podré aportar yo, menos cuantos estás dispuesta a dar tú. Más me preocupa caerme o que te caigas en el recorrido.

Desde mi lado, no puedo evitar gritar, intentando que por lo menos mi voz cruce la distancia que nos separa. Te veo al otro lado y grito: te quiero tal como eres.