Weed moments

jueves, marzo 27, 2008

DS (Aguante la unión chino-japonesa)


Se llama DS. Lo inventaron los japoneses, y los chinos hicieron el sistema de desbloqueo para poder bajar todos los juegos gratis desde Internet. La combinación no puede ser mejor. Bueno, también está la PSP...

miércoles, marzo 26, 2008

La fila sin fin

Después de lo de la Ita, cualquier otra cosa parece nimia. Pero bueno, la vida sigue para los vivos...

Domingo 16 de marzo, 9 de la mañana. Llegamos con el Mario y el Seba a hacer la cola para conseguir entradas para Ennio Morricone. A las 10 iban a empezar a repartirlas en la Estación Mapocho. Eran 10 mil entradas, pero se entregarían 2 por persona. Cuando nosotros llegamos, la fila daba toda la vuelta al edificio, seguía por el estacionamiento y se perdía todavía más allá. Los tres nos dimos cuenta de que ya era muy tarde, así que decidimos simplemente quedarnos a mirar la fila, maravillados por la fe (o estupidez, o incapacidad de contar o medir grandes cantidades, etc.) de las personas que llegaban corriendo a buscar el final de la fila para sumarse a ella.

Fue realmente increíble. No había que ser matemático para darse cuenta de que una fila que empieza en la Estación Mapocho y se extiende -con decenas de vueltas y curvas- hasta bien adentro del Parque de los Reyes, debe de tener más de 10 mil personas. Más de 15 mil, seguramente. Pero la gente llegaba corriendo a ponerse al final, sin pensar que ni ellos ni más de la mitad de los que estaban adelante no iban a conseguir entrada.

Decidimos pasear por el lado de la fila, esperando el momento en que el desencanto se produjera para ver la reacción de la gente ¿Qué pretendían? ¿Qué esperaban que ocurriera?

Eran más de las 11, la fila parecía no haberse movido nada, cuando pasó una patrulla con un paco que por altavoz dijo: "Les sugiero que se vayan a sus casas...". No pude evitar estallar de risa. Ni siquiera escuché el final de la recomendación, que bien pudo haber sido "... ya que sólo los primero 5 mil recibirán entradas, y esta fila triplica esa cantidad, así que piensen un poquito y dejen de perder el tiempo".

Lo más dramático de la situación: muchos no hicieron caso, siguieron en la fila, y terminaron siendo hechados por el guanaco cuando se pusieron a reclamar. Igual, Morricone debe haberse sentido halagado por el fervor qur provocaron sus conciertos por acá por el fin del mundo, donde la gente está dispuesta a hacer filas sin fin (ver link).

http://www.youtube.com/watch?v=hTKXNvR7rzA&feature=related

martes, marzo 11, 2008

Color, profesor

Se murió la Ita. Paro respiratorio, dijeron los médicos. Soledad e ingratitud, digo yo.

Lo importante es que la recordaré y le estaré agradecido por siempre, en especial por haberme enseñado la lección más importante que me han dado en la vida. Y esa es que no importa ante qué eminencia, maestro o sabio nos enfrentemos, nunca tendremos mejor profesor que el propio corazón.

Lo que quiere decir que lo que se necesita para cambiar el mundo no es una mente brillante, sino un corazón puro. Esto es muy reconfortante para la gente tonta, como yo, que ya más inteligentes no nos vamos a hacer, pero sí podemos aspirar a purificar nuestros corazones. Cada día es una nueva oportunidad.

Hasta siempre, Ita. En mi corazón, tú no te morirás nunca.