Weed moments

domingo, agosto 26, 2007

Pali O'Riordan

El jueves fuí al único concierto de Dolores O'Riordan en Chile. Y eso fué: único.

Hermosa la mujer, la cantante, la artista. Hermosa también mi acompañante, la mujer, la persona, la amiga. Increíble lo parecidas que me resultaban las dos, un poco físicamente, mucho en la dulzura y el estilo.

Terminó el concierto, yo todavía no terminaba de asimilar todas las emociones que me afloraron durante cada una de las canciones y palabras de Dolores, y me dirigí a la salida. La Pali me dijo: "¿Y si hacemos como los groupies y tratamos de entrar al VIP?".

Llegamos hasta la entrada, donde el tipo de la puerta dejaba entrar sólo a los que tenían una pulcera que no se cuanto les habrá costado. La Pali, con toda naturalidad, le dijo "¿podemos entrar?"

- ¿Tienen pulcera? - contrapreguntó el portero.
- No.
- ¿Son los dos no más?
- Sí.
- Bueno, pasen...

Es que con esa carita hasta al pentágono entrábamos sin acreditaciones.

Así que estuvimos carreteando un buen rato en el VIP, esperando que ojalá apareciera Dolores. Pero sólo aparecieron sus músicos. Nos teníamos que ir, así que, en un último intento desesperado por manifestarle mi agradecimiento a la diosa que me acaba de deleitar con su música, le escribí una nota en un papel, y con el mismo envolví un pito. Se lo pasé al baterista para que se lo entregara. "Tomorrow morning", me prometió. Ojalá haya sido...

1 Comments:

At 10:50 a. m., Anonymous Anónimo said...

Sos un imbecil y un puñetero.
No me extraña que la Pali te engañara con Patricio, jajajaj
Perdedor!!

 

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