Weed moments

miércoles, septiembre 20, 2006

Amsterdam IV (Rocío Marengo)


Una sola cosa me faltaba agregar a estos Weed moments sobre Amsterdam: el Barrio Rojo (parte del cual se ve en la foto de la derecha). Tengo que partir por decir que una vez dije que jamás pagaría por sexo en mi vida. Pero Amsterdam...

Saludé a una de las que bien podría ser modelo de televisión (también hay de las que parecen diseñadas por H.R. Giger), negocié lo que quería y lo que costaba, y entré. Adentro, lo primero que me llamó la atención fue el espejo, bajo el que había una pequeña mesita sobre la cual destacaba un cenicero con una cola gigante de un pito que quizás de qué porte habría sido "¡Si son todos volados acá en Amsterdam!", pensé.

No tuve mucho tiempo para seguir observando. "Take off your clothes", me dijo ella. Siempre andan apuradas las prostitutas de Amsterdam. Y yo, ni weón, chao ropa, hola cama.

Lo anterior hay que multiplicarlo por tres (checa, holandesa y checa... las checas deben ser las minas más ricas del mundo), y dejar en claro una cosa: no fueron los polvos de mi vida, ya que, sin duda, con amor pasan otras cosas. Pero de que fueron las tres minas más ricas que me he agarrado, eso también es indiscutible. La última era igual a Rocío Marengo (en la foto de arriba). Pero idéntica, ultra igual, ella misma si no fuera porque no era ella misma. Era tan igual, y tan linda, que un par de veces le pedí que se quedara quieta unos segundos para poder contemplar su carita ¡Qué locura! ¡Increiblemente rica, increiblemente linda, increiblemente igual a Rocío! ¡¡¡Me agarré a Rocío Marengoooooooooooooooooooo!!!

Como decía un ruso que conocí en el hostel: It's good to be in Amsterdam.